Años más tarde lo trasladaron a la sección de zoología, justo al lado de unas tortugas de las Islas Galápagos, bajo el rótulo de Homo-sapiens. Ahí lo hallaron los académicos del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, Miguel Soto y Julio Cárdenas, quienes entusiasmados por el relato del doctor Etcheverry que hizo de esos años se entrevistaron con varias personas hasta que dieron con Martel.

"Pedimos permiso por escrito para retornarla a la facultad, después de 80 años. La estudiamos, constatando que había sido formalinizada y que tenía una incisión en su brazo, lo que confirmaba el relato. Además, su muñeca mantenía los dedos flectados, en oposición al pulgar, lo que permitía sujetar una estructura en su mano como, por ejemplo, una copa", explica el Doctor Cárdenas.

Con fecha 24 de mayo de 2012, el Museo Nacional de Historia Natural hizo entrega, en comodato al Museo de Anatomía de la Facultad de Medicina, del cuerpo de la momia de Juan Martel.