La anatomía practicada sobre los cadáveres de los individuos precolombinos se orientaba a la conservación de los cuerpos con motivos religiosos y búsqueda de explicación sobre el origen de algunas enfermedades; en la cultura Chinchorro (6.000 a. antes de Cristo) ya se extraían órganos para la preservación cadavérica. En África, 4.500 años antes de Cristo, los egipcios actúan sobre los cadáveres pero no en un ánimo de conocimiento, sino con el fin de preservar el cuerpo pensando en una resurrección posterior. En la época predinástica se enterraban los cuerpos en las arenas del desierto, en posición fetal envueltos en esteras o pieles de cobra. Posteriormente, los cuerpos se empezaron a momificar.

La disección con fines científicos comienza con Herófilo y Erasistrato (335-280 a. de C.), de la escuela de Alejandría, describiendo nervios, tendones y ligamentos, además del corazón y cerebro. Participan en la primera disección pública, disecando más de 600 cadáveres, además de animales vivos. Para explicar la circulación general, los griegos señalaban que por las venas circulaba sangre y por las arterias aire. Galeno no diseca cadáveres humanos, lo hace con cerdos, osos, y monos, lo que naturalmente no siempre era aplicable al ser humano. Mantuvo una incontrarrestable autoridad por más de 12 siglos.

En Chile, antes de la llegada de los españoles, ciertos machis, denominados “cupoves”, ( los que hacen anatomía), conocían el interior del cuerpo humano. Sus conocimientos eran en todo caso muy rudimentarios, muy prácticos. Los guerreros con sus cuchillos y lanzas practican las primeras disecciones en el campo de batalla, conocen la anatomía de los animales y utilizaban sus órganos en el tratamiento de varias afecciones. Con Pedro de Valdivia en 1540, no viene ningún médico, tienen en Inés de Suárez, a su primer cirujano y hermana de la caridad. Al llegar los “barberos”, antecesores de los cirujano, no se avanzó nada en Anatomía; conocían muy superficialmente el cuerpo humano. Fueron tantas las muertes que provocaron que, según es la fama, “ algunos de ellos se hicieron más temibles que los indios entre sus propios compatriotas”.

 No conocían los médicos del siglo XVII más anatomía que la escrita por Galeno. El inicio del estudio anatómico fue lento y difícil, por creencias religiosas asociadas al estudio de los cadáveres, al igual que lo que sucedía en Europa.

En 1738, se funda la U. de San Felipe, solicitándose la enseñanza de la cátedra honoraria de Anatomía. Su primer docente fue el médico irlandés Domingo Nevín, limitándose a la lectura de algunos textos de Hipócrates y Galeno. Es el Padre Pedro Manuel Chaparro quién solicita un anfiteatro de Anatomía para Santiago. La Escuela de Medicina del Instituto Nacional se inaugura en 1813, dejando en primer año Anatomía, en segundo las disecciones, y en tercero la anatomía de regiones. Se estudiaba en libros franceses, ingleses y traducciones españolas. Sólo a fines del siglo XVIII se enseña anatomía con libros basados en la anatomía humana, a pesar que en Europa en 1543, Andreas Vesalio revolucionaba la anatomía, al escribir su obra la Fabrica del Cuerpo Humano.

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